He aquí las impresiones -enmarcadas entre la primavera de 1767 y el otoño de 1769- del P. Manuel Luengo, jesuita del colegio castellano de Villagarcía que vertió sus experiencias como expulso en un diario redactado de manera ininterrumpida entre 1767 y 1815. Sus páginas son un testimonio en primera persona de las peripecias que sufrieron los jesuitas a raíz de que Carlos III decretara su expulsión de España en 1767 y constituyen un documento estremecedor, minucioso y pormenorizado de las penalidades que sufrieron los miembros de la Compañía de Jesús durante su exilio.