Es un libro considerado memorable por diversas razones. Constituye un testimonio personal cercano de una de las poetisas rusas más elogiadas: Marina Tsvietáieva. Su prosa, concisa y fluida, rayana en el lirismo para contarnos un siglo de historia, lo convierte en un documento apasionante para comprender la transformación que sufrió el mundo en el siglo xx.