Fue un día trágico, preñado de terrores, el del nacimiento de Bartholomew Lampion. Un día que iba a cambiar la vida de su familia. Y no solo porque Barty tuviera unos ojos hermosísimos. Unos ojos que parecían destinados a ver lo que los demás no podían ver. También, cuando Barty nacía, un ser demoníaco, a muchos kilómetros de distancia, supo que alguien llamado Bartholomew iba a convertirse en su enemigo más mortal, que encontrarlo y aniquilarlo tenía que ser el primer objetivo de su existencia. Tiempo después del inicio de esta extraña danza entre el odio y la inocencia, aparece un nexo entre ambos: una niña, fruto de una violación, cuya historia se entrelaza con la de ellos y que acabará impulsando a Barty a armarse de todo su valor para hacerse cargo de su existencia. Se inicia así una lucha a muerte que en su dramatismo condensa la eterna lucha entre la pureza y la corrupción... «Dean Koontz no es solo el dueño de nuestros sueños más tenebrosos, sino también un malabarista literario.» The Times