Para garantizarse la inmortalidad y una existencia eterna entre los dioses, los faraones confiaron en los sacerdotes-embalsamadores que durante siglos perfeccionaron sus técnicas hasta el punto de que hoy aún podemos contemplar muchas de esas momias incorruptas. Este libro presenta el ritual de la muerte egipcia en todo su esplendor con impreionantes fotografías de las momias y de los ajuares y tesoros que las acompañaban.