En los albores de la Revolución Rusa, un jovencísimo Bulgákov es nombrado director de una remota clínica. De dicha experiencia surgen las aventuras de un alter ego literario que se enfrenta a lobos hambrientos, terribles nevascas, y también a la ignorancia y la superstición. Relatos muy breves, se encuentran entre los más populares escritos por Bulgákov, e incluyen una pequeña joya, Morfina, un extraordinario texto en el que el autor ensayaría la doble estructura que desarrollaría en su obra cumbre, El Maestro y Margarita.