Muéstrame tu rostro se dirige a los que quieren iniciarse o recuperar la experiencia de Dios como a aquellos otros que anhelan avanzar en su misterio insondable. Desvela todo el itinerario hacia El, desde los primeros pasos hasta las últimas profundidades de la contemplación. Aborda y analiza las etapas y dificultades que surgen en este itinerario: dispersión y concentración; el silencio de Dios y la certeza de la fe; las pruebas purificadoras; la devoción y la aridez; las distracciones, la sequedad y la consolación; el silencio interior y los medios para conseguirlo. Está escrito con un estilo directo y vivo, con claridad y profundidad, con inspiración bíblica y existencial.