La música es un idioma muy difícil de hablar y de escribir correctamente y por ello a veces se tiene la impresión de que es un asunto de genios y locos “sui generis”. Pero así como no es necesario hablar o escribir con perfección un determinado idioma para hacernos entender tampoco se necesita dominar el idioma musical para expresar de forma inteligible nuestros sentimientos más sencillos y elementales. (Palabras tomadas de la Presentación).