Los catálogos y los inventarios son obras clave dentro del panorama actual de preocupación sobre nuestros recursos naturales y cómo preservarlos. Para que estas obras sean realmente útiles es necesario que estén continuamente actualizadas, mostrando así el progreso sobre el conocimiento de la distribución de los organismos. Esta necesidad es patente en el caso de los carábidos ibéricos, ya que desde el catálogo de 2003 se han incorporado casi un centenar de novedades, al tiempo que se registran algunos cambios nomenclaturales de importancia.