Este libro del ensayista Blas Matamoro intenta ser la breve y articulada partitura de lo que, tal vez, componga la única posible biografía íntima del escritor: la historia de un hombre que llevó el verbo al extremo de sus contrasentidos, hasta que se volvió grito –cuando no llegó a ser canto– y culminó en silencio cuando cesó de cantar, sosegado por la locura.