Nociones históricas, geográficas, botánicas, zoológicas y análisis de los usos y costumbres de las poblaciones de esa región se dan cita en estas páginas redactadas por este clérigo lagunero. Nos hallamos ante la concreción de un ejercicio de curiosidad característica de un ilustrado. Pereira Pacheco fue acumulando documentos de primera mano, conoció a las gentes y su idiosincrasia, y todo ello le llevó a interesarse no sólo por aspectos de la vida eclesiástica, sino por todos los órdenes de la vida de la comunidad, una preocupación experimentalista que fue una constante a lo largo de su vida.