Con sus antiguos colleges y sus calles llenas de pubs y cafés, la ciudad universitaria de Oxford ofrece una seductora combinación de encanto histórico y moderno. Al oeste, los pueblos dorados, las casas de campo con techo de paja y las majestuosas iglesias de los Cotswolds, que apenas han cambiado desde la Edad Media, conforman un idílico entorno rural.