Resultados de la búsqueda para: Washington Irving





TRICK OR BOOK! (ALLAN POE, EDGAR / IRVING, WASHINGTON / GÓGOL, NIKOLÁI)
Aquí encontrarás tres misteriosos relatos, tres joyas de la literatura universal para leer al calor de la chimenea en las frías noches de otoño. Edgar Allan Poe, Washington Irving y Nikolái Gógol, tres terroríficos autores que no te dejarán dormir: La caída de la casa Usher, Rip van Winkle y Vi.

CUUENTOS DEL VIEJO NUEVA YORK (IRVING,WASHINGTON)
Los Cuentos del viejo Nueva York de Washington Irving derrochan magia, encanto, imaginación fantasía, ingenio y amor a una naturaleza ya unas gentes salvajes y fabulosas. Por sus páginas desfilan duendes, fantasmas, tesoros enterrados, demonios, legendari

LA FRONTERA SALVAJE (IRVING, WASHINGTON)
Tras casi dos décadas viviendo fuera de Estados Unidos, en 1832 Irving decidió regresar a casa, convertido ya en una auténtica celebridad literaria. Pero su carácter no era precisamente sedentario: de inmediato volvió a embarcarse en un gran viaje, esta vez por los territorios más remotos de su país. En pleno recrudecimiento de las guerras indias, se incorporó a una expedición de los rangers más allá de la frontera jamás pisada por el hombre blanco, en los territorios de caza de los temidos guerreros pawnis. A medio camino entre la novela de aventuras, la crónica de viaje y el dietario del naturalista, Irving relata con un tempo narrativo ágil y vivo las peripecias y riesgos de su periplo, al tiempo que da cuenta de la belleza primigenia y aún intacta de los grandes paisajes norteamericanos. Muy pocos escritores habían descrito aquellas sublimes inmensidades salvajes, pobladas todavía por auténticas miríadas de osos, lobos, coyotes, bisontes o pumas, y por los pocos hombres que habitaban la frontera: pioneros y colonos, cazadores y cazarrecompensas, tramperos y rangers, que Irving retrata con maestría excepcional. Pero esa frontera no sería tal sin los nativos norteamericanos, sus verdaderos moradores, a los que el hombre blanco afrenta con su política de conquista. Irving, sin embargo, denuncia la actitud injusta, despótica y prepotente de los suyos, los recién llegados, y defiende el modelo de «vida salvaje» de los nativos, en perfecta armonía con una naturaleza igualmente indómita y en clara oposición al empuje imperialista que llegaba del gobierno. Igualmente, el viaje se convierte para el escritor en una progresiva toma de conciencia del modo en que los hombres devastan a su paso la naturaleza: finalmente Irving no puede sino hundirse en la tristeza al dar caza y desposeer de la vida a su primer y único bisonte.