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Resultados de la búsqueda para: Guillermo Cabrera Infante
La obra de Guillermo Cabrera Infante (1929-2005) que ha llegado hasta nosotros en forma de libro no ocupa ni la mitad de su producción escrita. En el terreno de la ficción, porque dejó varios libros inéditos, algunos de los cuales, como La ninfa inconstante o Cuerpos divinos, han sido recuperados por Galaxia Gutenberg en los últimos años. En el ámbito ensayístico, porque la gran mayoría de su producción periodística fue publicada en un sinfín de diarios y revistas y nunca recogida en libro. Las Obras Completas que ahora se inician pretenden llenar este vacío. Este primer volumen recoge la práctica totalidad de las críticas cinematográficas que Cabrera Infante publicó bajo el seudónimo de G. Caín. Vertebrado alrededor de uno de sus libros canónicos, Un oficio del siglo XX, dos tercios largos del volumen recogen la práctica integridad de las críticas no recogidas en esa obra y que entre 1954 y 1960 el autor publicó en el semanario Carteles. Se reúnen también todas las entrevistas que realizó durante esos años, con un elenco de personajes que va de Marlon Brando a Luis Buñuel, y, en la última sección, las crónicas y reportajes que fueron objeto de su pluma. «Nunca me veo como un autor libresco porque entre los libros y la vida siempre he escogido el cine.», escribió Cabrera. Este libro nos permite asistir a la creación del estilo del genial escritor cubano, y constituye además un desfile exquisito de anécdotas y vivencias que harán el placer de cualquier cinéfilo que se precie.
Puro humo, puro juego, puro saber, puro cine, puro Cabrera Infante. Todo eso y más es Puro Humo, una obra que aparece ahora en español, quince años después de la versión inglesa. Definirla no es nada fácil porque conjuga varias pasiones y muchos verbos de una manera brillante y desbordante a la vez. Puro Humo es una lección de sabiduría sobre los puros, las palabras y el cine, y también es la crónica de la historia del tabaco.
Entre los textos inéditos dejados por Guillermo Cabrera Infante al morir, está Mapa dibujado por un espía. Se trata de una autobiografía novelada en la que el autor narra su retorno a Cuba unos años después de la Revolución para asistir al entierro de su madre. El libro gira al entorno de una Cuba redescubierta donde la revolución ha ido empobreciendo a la población y atemorizándola ante la represión política. El encarcelamiento de los homosexuales, el silenciamiento de los escritores críticos, el cierre de empresas y negocios particulares son muestra del deterioro de un país y una sociedad que tantos sueños había alimentado. La mirada lúcida y descarnada de Cabrera Infante pasa revista a una realidad que muchos en aquellos años y todavía décadas después se obstinaron en ignorar.
'Habanidad de habanidades, todo es habanidad. La Habana es una fijación en mí mientras ella nunca fue mi movimiento perpetuo. Dos desmadres tengo yo, la ciudad y la noche.' Esta cita de Guillermo Cabrera Infante, que ha servido para dar título a este volumen, evoca algunos de los elementos fundamentales sobre los que se articulan los dos libros principales, publicados en vida, del autor cubano. Tres tristes tigres y La Habana sobre un infante difunto constituyen dos hitos en la literatura en español del siglo xx. El crítico Emir Rodríguez Monegal escribió, a propósito de Tres tristes tigres, que el lenguaje era la realidad última de la novela. Lo mismo podría decirse de La Habana para un infante difunto. Ambas son obras donde el texto escrito, en ese cubano que es ya de por sí una creación del autor, está repleto de juegos de palabras que llevan el significado hasta sus últimas consecuencias, casi siempre presididas por el humor. Qué mejor definición que la que daba el propio autor cuando definía Tres tristes tigres como 'una galería de voces', mientras que declaraba que La Habana para un infante difunto era 'un museo de mujeres, con el narrador de guía completando cada boceto, detallando cada dibujo, exhibiendo cada cuadro carnal hasta hacerlos tableaux vivants'. Admirable cronista siempre de la ciudad, Cabrera Infante se convierte en Tres tristes tigres en un enorme creador de personajes (quién no recordará a Bustrófedon, a Arsenio Cué, la Estrella, a Silvestre, a Códac, a Cuba Venegas) y en La Habana en un retratista de mujeres excepcional. En sus respectivos géneros, las dos obras se constituyen en una educación erótica que alcanza dimensiones alcanza dimensiones parecidas a la educación sentimental flaubertiana.
Estela no llega a los dieciséis años nial metro sesenta ni tampoco alcanzaa entender la palabrería de ese críticode cine que se ha enamorado de ella. ?ltiene ya una edad y una esposa que hadejado de esperarlo despierta... Peroésta no es otra de esas historias deamor en la que un maduro intelectualqueda atrapado por la belleza de unaingenua adolescente, porque Estelitatiene un plan que es de todo menosinocente. De fondo, música de boleroy una Habana ruidosa y sensual. PuroGuillermo Cabrera Infante. El escritorcubano nos había dejado hastaahora dos obras maestras: Tres tristestigres y La Habana para un infantedifunto. Pero era un secreto a vocesque Cabrera Infante escribió durantesus últimos años una nueva novelaque ampliaría su fresco de La Habanaanterior a 1959, con numerosas pinceladasautobiográficas: ®Según la físicacuántica se puede abolir el pasado o,peor todavía, cambiarlo. No me interesaeliminar y mucho menos cambiarmi pasado. Lo que necesito esuna máquina del tiempo para vivirlode nuevo. Esa máquina es la memoria¯. La ninfa inconstante muestra alas claras todas las facetas del estilode Cabrera Infante: los juegos depalabras que tanto fascinaban a eseinfatigable explorador del lenguaje,sus referencias cinematográficas yliterarias, el gusto por las expresionesdel habla popular...
®Las revoluciones son el final de un proceso de las ideas, no el principio, y es siempre un proceso cultural nunca político. Cuando interviene la política -o mejor los políticos- no se produce una revolución sino un golpe de Estado y el proceso cultural se detiene para dar lugar a un programa político¯. Guillermo Cabrera Infante retrata en Cuerpos divinos, el libro en el que estuvo trabajando casi toda su vida y que ahora finalmente ve la luz, los momentos previos e inmediatamente posteriores a la huida de Batista y la llegada de Castro al poder. Como él mismo afirmó, 'quise escribir una novela y me salió una biografía velada'.