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Resultados de la búsqueda para: José María Latorre
LEER UN FRAGMENTO Una bella muchacha que se transforma en una decrépita momia egipcia, una madre rechazada por la sociedad que alumbra hijos deformes y los vende a los freakshows, el atroz descubrimiento de que la Gorgona existe
Hombres-lobo, mujeres-pantera y mujeres-serpiente, alienígenas agresivos y polimorfos, brillantes científicos convertidos en mosca y gente poseída por el Demonio
Estos y otros pesadillescos engendros son los protagonistas de La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas, una antología de cuentos de horror que descubre la fascinación del hombre por los monstruos. Si en la actualidad la teratología literalmente, «la ciencia de los monstruos» ha demostrado que las alteraciones/deformaciones del cuerpo humano son resultado de sus errores genéticos, de la variedad de sus mutaciones, en la antigüedad el monstruo era el contravalor de la vida. Rezumaba negativismo, era una cosa demoníaca, un atentado al Orden, que ponía en cuestión todo aquello que se consideraba «normal». Los relatos de autores como Louisa May Alcott, Guy de Maupassant, J.D. Beresford, John W. Campbell Jr., Val Lewton, George Langelaan, Joseph Payne Brennan, Vicente Muñoz Puelles o José María Latorre inciden en esta idea, pero aportan además su peculiar visión dramática, poética, en torno a cuestiones ligadas a la monstruosidad. Es decir, exploran los oscuros márgenes de lo que es humano, convirtiendo a sus monstruos en aquello de nosotros mismos que no queremos aceptar, que no deseamos ver.
El asesinato del inquisidor de Aragón, Pedro Arbués, es el eje narrativo que atrae y rechaza, une y separa, a los personajes de esta novela de hipnótica lectura: un alucinante aldeano necrófilo, dos hermanos incestuosos y un grupo de comediantes que recorre los pueblos de España y son acusados de la muerte de Arbués, figuras que destacan entre un apretado muestrario de inquisidores, conversos, mendigos, torturas, pesadillas, bandidos, ahorcados, leyendas, hechiceras y tierras malditas. Guardando perfectamente su equilibrio narrativo, "Sangre es el nombre del amor" ofrece una continua alternancia entre perversidad y fervor religioso, entre necrofilia y salvación, entre páginas de restallante violencia y páginas de delicada sensualidad, con una escritura densa y obsesiva que ya no puede sorprender a quienes hayan leído "Miércoles de ceniza", pues es fruto del mismo frenesí creativo, que la hacen una obra inolvidable. José María Latorre es un autor prolífico que ha colaborado en las principales publicaciones culturales y periódicos españoles, sin olvidar el terreno de los guiones para cine y televisión. Difícil de encuadrar en grupos y tendencias a la moda, sus principales características como novelista son su absoluta independencia y la originalidad de sus planteamientos argumentales, así como su capacidad para crear en cada novela un tenso cuerpo narrativo.
Acercamiento a la figura del Padre Pío de Pietrelcina, que fue canonizado por Juan Pablo II y ha sido propuesto por el Papa Francisco como testigo de la misericordia. El libro traza un breve perfil biográfico, desde su infancia y su llamada a la vocación religiosa hasta la culminación de sus grandes obras, destacando los momentos más significativos de su vida. A continuación, hace una sucinta narración de las causas de beatificación y canonización, señala los rasgos más relevantes de su espiritualidad y ofrece algunas exhortaciones y consejos del Padre Pío, tomadas de su correspondencia, que constituyen un auténtico tratado de vida espiritual. El libro dedica también un apartado a glosar la relación de los Papas de la época con la figura del Padre Pío: Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II.
Brandon es un joven profesor que debe encargarse de la educación de Virginia y Malcom, los hijos del señor Mill, que acaban de perder a su madre. Junto a la mansión donde viven tienen lugar extraños fenómenos y horrendos crímenes, relacionados con un misterioso individuo que no es desconocido para Brandon. Una novela de terror que nos atrapa desde las primeras páginas.
En las profundidades del océano, Fritz encuentra un mercante alemán de la época nazi.El barco esconde el Bastón de Mando, una pieza legendaria que proporciona un enorme poder a su dueño. A partir de este descubrimiento, la vida de Fritz y de las personas que le rodean va a correr enorme peligro. Oscuros y sanguinarios personajes quieren recuperar la mítica reliquia.
Hay viajes de negocios, otros de placer... El que Mario está a punto de emprender no es ni lo uno ni lo otro. Los que partieron antes que él, incluido su padre, están muertos. Aun así, Mario está decidido y no se detendrá hasta encontrar la ciudad perdida de Corilcone, aunque este viaje llegue a convertirse en su peor pesadilla.
Tras la publicación en 2006 de La noche de Cagliostro y otros relatos de terror «un hito en la memoria de muchos aficionados, entre los que me cuento», llegó a decir de esta antología Fernando Savater, José María Latorre nos deja una vez más una buena muestra de su excelente quehacer literario con la veintena de historias reunidas en Música muerta y otros relatos. Dotado con ese don natural para contar historias, previo a la adquisición de la técnica narrativa, Latorre hace fluir sus relatos con aparente facilidad y un estilo eficaz y clásico que despierta la capacidad de sugestión del lector. Sobre su variedad temática dentro del amplio repertorio de la narrativa fantástica y de terror nos hablan los asuntos escogidos para algunos de sus relatos: Cuervo, un western inquietante y cruel, El depósito de agua, una historia angustiosa y kafkiana magistralmente ejecutada, Música muerta, un relato clásico de fantasmas narrado en primera persona y ambientado en un monasterio de Florencia, digno de los maestros de la ghost story, El experimento de Armando Lombarte un relato de terror psicológico en la línea de El extraño caso del señor Valdemar o El entierro prematuro, o Resurgam y El sacerdote suicida, dos historias de un tema tan querido al género como es el vampirismo, que se nutren de la tradición de clásicos como Bram Stoker o Sheridan Le Fanu.