San Pablo continúa siendo una figura fascinante y controvertida. Formado en el judaísmo estricto, su vida cambia radicalmente cuando descubre a Jesús resucitado. Este encuentro le lleva a leer las Escrituras sagradas del judaísmo desde una nueva clave, la de Jesús. No fue el primero, pues él mismo explica que fue instruido en la fe cristiana después de su conversión. Pero sí fue el primero en no poner límites a su misión evangelizadora, en asumir cualquier dificultad con tal de anunciar a Cristo. Este libro, además de acercar al lector a la figura del Apóstol, es un a llamada a la evangelización por parte de todos aquellos que han descubierto a Jesús y desean proclamar que merece la pena vivir por él.