La conversación nocturna entre Fedra y Godofredo, un enano adivino, republicano y socarrón, sentados en un banco, en el jardín de palacio de Teseo, a la luz de la luna y con los graznidos de un mochuelo en celo como música de fondo, constituye una de las novelas más irónicas y divertidas de ese formidable escritor que es Javier Tomeo. Ágil, desenvuelta, con el osado descaro y naturalidad con que el autor suele enfrentarse a temas tradicionalmente tan majestuosos como el amor, la cultura –aquí griega–, y lo aceptado como intocable, Pecados griegos, la nueva y esperada novela de este autor, cuyas obras se han traducido a numerosas lenguas y han conocido el éxito en numerosos países, hará las delicias del lector.