La autora, a través de los personajes más significativos de la primera hora del cristianismo, nos ayuda a entrar en la entraña de la vida de las primeras comunidades cristianas. Estas son el seno materno que hace surgir, poco a poco, los libros que hoy conocemos como Nuevo Testamento. Es un proceso lento en el que los testigos de la primera ahora tienen un papel relevante: Pedro, Pablo, Santiago y muchos creyentes anónimos. El presente trabajo, sencillo y al alcance de muchos, nos invita a comprender el «ambiente social y religioso» en el que nacen los textos canónicos del Nuevo Testamento.