Desde su silla, Stephen Hawking recorrió el tiempo y el espacio en busca del origen del universo, demostrando que los agujeros negros emiten radiación. Físico, astrofísico, cosmólogo, divulgador científico... La inmensa profundidad de sus conocimientos, su fina ironía y su tremenda determinación le convierten en una de las mentes más brillantes de la historia.