La razón de esta edición es la misma que tenía el poeta hace cien años cuando perdió la vida en una trinchera. Y el mensaje sigue siendo el mismo en lengua castellana que aquel que tuvo en inglés en 1918. Tal como escribió Owen, millones de personas murieron de guerra en el curso de aquel conflicto, pero nadie aprendió apenas nada y cien años después de su muerte soldados de diferentes colores siguen disparando sus armas en frentes abiertos en muy diversos puntos del planeta. Y hoy como hace cien años, no saben a quién disparan, ni por qué lo hacen y morirán asimismo sin saber por qué han vivido estas guerras ni por qué han muerto en ellas.