Situada en el centro geográfico de Europa, Praga tiene el mayor núcleo urbano del viejo continente inscrito en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Los fosos que rodeaban la muralla de la Ciudad Vieja, Na Pricopu, son actualmente la zona peatonal más transitada de Praga. En un ensanche de los mismos está la popular plaza de San Wenceslao, Václavske Námusti. Entre los fosos y Vysehrad se extiende la Ciudad Nueva, trazada en el siglo XIV y provista a principios del siglo XX de cafés y emblemáticos edificios.Viena es una ciudad de contrastes sumamente atractivos. Ha encerrado su pasado imperial en fantásticos museos y ha construido en el Museumsquartier un escaparate del arte actual. Ha logrado dominar el peligroso Danubio –Viena, a pesar de los valses, está construida junto a un riachuelo que lleva su nombre, el Wien– y convertirlo en un paraíso del ocio. El Danubio divide la ciudad en dos zonas que poco tienen en común: Buda, en la orilla oeste, la zona montañosa, y Pest, en la orilla este, mucho más plana. Buda se sitúa sobre una colina desde la que se domina toda la ciudad. Fue el primer núcleo y el que conserva los vestigios históricos y monumentales más antiguos. El corazón de Pest es Bélvaros, un zona desarrollada modernamente y con las marcas y heridas de la tumultuosa historia reciente.