Los mitos griegos nos han llegado a través de una tradición literaria que ha transmitido y renovado esos relatos arcaicos y religiosos con un intenso fulgor poético. La gran literatura clásica recreó y reinterpretó esos relatos heredados, de antiguo prestigio y de espléndida imaginación con renovada poesía y hondo patetismo. Y de entre los mitos griegos es probablemente el de Prometeo el que está recogido y conservado por la literatura en textos más varios y de mayor resonancia. Desde Hesíodo, Esquilo y Platón hasta Luciano el relato prometeico despliega su poderosa capacidad imaginativa y su fuerte sugerencia simbólica, tratando de explicar aspectos esenciales de la cultura humana. No solo en la tradición literaria antigua, sino también en la modernidad y especialmente en el romanticismo europeo, pensadores y artistas han vuelto a retomar el relato del Titán filántropo, el dios robador del fuego, más tarde reconvertido en el rebelde escultor y creador de los humanos, con una vivacidad singular y memorable.