Se confirma que la identidad del cadáver convertido en muñeca pertenece a una alumna de la academia Ôsô. Debido a la similitud que el caso guarda con el del espécimen, en el que Kôgami perdió a un camarada, este queda relegado de la investigación. Akane y Kôgami continúan investigando por su cuenta y lentamente se van acercando a la verdad...