La religión griega ha sido siempre algo hasta cierto punto familiar, si bien está lejos de ser fácil de conocer y comprender. Aparentemente natural y sin embargo atávicamente extraña, al mismo tiempo refinada y bárbara, se ha tomado una y otra vez como guía en la búsqueda del origen de cualquier tipo de religión. Pero como fenómeno histórico es desde luego única e irrepetible y es en sí misma producto de una complicada prehistoria.