En san Maximiliano M.a Kolbe, cuya heroica muerte en el campo de concentración de Auschwitz sigue conmoviendo, se hermanan la vocación religiosa y la sacerdotal, el amor a la Inmaculada y el ansia de martirio, la adhesión a la tradición de la Iglesia y la apertura al mundo moderno. Fue un testigo de la dignidad y el valor de la persona humana en el atormentado siglo XX, un sacerdote moderno, maestro y modelo de sacerdotes, a quien Juan Pablo II declaró «Patrono de nuestro difícil siglo». La lectura de esta obra comprueba la exactitud y justicia de esta declaración. A todos será útil, especialmente a sacerdotes, seminaristas y devotos en general de la Madre Inmaculada.