San Pedro Bautista y sus compañeros protomártires de Japón ocupan un lugar destacado en la historia de las misiones y en los anales del cristianismo nipón. Al mismo tiempo constituyen un precioso testimonio de la catolicidad de la Iglesia, ya que se trata de 26 mártires de tres continentes y de todas las clases sociales. La metodología misionera de san Pedro Bautista y sus compañeros en Japón es de gran actualidad. Ellos, adelantándose a su tiempo, hicieron lo que hoy llamamos una opción preferencial por los pobres, como destinatarios de la evangelización. Su actuación fue tan revolucionaria, que llegó a cuestionar los cimientos mismos de la sociedad japonesa, aunque ellos no lo pretendieran.