Este libro no es la narración fría de la vida de unos cristianos heroicos a los que la Iglesia llama «santos». Por el contrario, transmite el calor con el que la tradición popular ha mantenido vivo su recuerdo durante muchas generaciones. De este modo, la obra recoge una selección de aquellos santos que han alcanzado mayor popularidad y permanecen estrechamente unidos a la vida y los sentimientos de mucha gente, que recuerda sus ejemplos, admira sus virtudes, reclama su ayuda y, siguiendo sus pasos, trata de llegar mejor hasta Dios.