El narrador de esta novela tiene un objetivo concreto: conseguir en París un coche usado en buen estado y llevarlo en barco hasta el Congo, donde será utilizado como taxi. Así su amigo, un viejo militar africano expatriado que trabaja en un McDonald parisino, podrá volver a su país y sostener a su familia. El proyecto es sencillo y atractivo, pero el coche se convierte en motivo de dificultades y de cómicas tribulaciones. A lo largo de su caótico periplo, el narrador se sumerge en la lectura de la obra de Marcel Proust. Siguiendo su estela intenta recuperar el tiempo perdido, pero en un momento dado revienta el manguito del motor... El arte de Rolin se basa en una sabia combinación de elementos anecdóticos e historia política africana, todo ello enriquecido por las evocaciones literarias. Una obra, en suma, poética e irónica, melancólica y viajera, profunda y llena de fantasia.