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Resultados de la búsqueda para: José Martí
Esta obra hace un recorrido cronológico por la historia y singularidades de esta industria, que en un principio constituyó una mera actividad artesanal -realizada la mayor parte de las veces por los propios pilotos que experimentaban las utilidades de sus aparatos en los arriesgados vuelos de principios del pasado siglo-, para llegar a convertirse en la actualidad en una industria puntera, donde la tecnología más avanzada y la cooperación internacional resultan piezas fundamentales de la misma. A lo largo de sus páginas podremos comprobar los avatares de esta industria que sobrevivió a tiempos muy difíciles y que ha solventado crisis de los más diversos tipos, gracias a una capacidad de adaptación a las circunstancias realmente excepcional. Índice de la publicación: 1. Madera y tela La primera industria aeronáutica La aviación como algo más que un deporte Artesanos del vuelo Aquellos frágiles aviones La propulsión 2. Los aviones van a la guerra Nacen los primeros ejércitos del aire Movilización de la industria: de la artesanía a la producción masiva Avances técnicos e industriales 3. La industria alcanza la mayoría de edad Los desastres de la guerra La teoría de la evolución en versión aeronáutica La industria estadounidense: el despertar de un gigante El salto tecnológico de los años veinte 4. El dramático cierre de una época Depresión y deterioro de la situación internacional Ocaso del dirigible y auge del avión metálico El mundo de nuevo en guerra 5. Años de oro Tiempos de prosperidad y racionalización El renacer de la industria aeronáutica española Era de progreso tecnológico irrepetible 6. Las claves de la industria actual Los reactores comerciales se adueñan del mercado El cambiante mundo de la aviación militar Renace la industria europea El caso español El cambio de rumbo de la industria aeronáutica 7. Diseñar, construir y vender aviones Hablando de precios Organización y empleo Vender un avión Comprar un avión El difícil arte de diseñar y fabricar un avión Anexo 1: El léxico aeronáutico empleado
La tipografía y las artes gráficas en general han sido consideradas como una especie de santa hermandad a la que aparentemente solo pertenecían los elegidos. Cómo conseguían los tipógrafos esos bellos resultados en forma de textos o ilustraciones, a veces policromas, sobre un soporte, generalmente papel, es otro de los misterios que han rodeado a la tipografía tradicional, la que avanzó pasito a paso a través de los siglos hasta llegar a nosotros. También los sacerdotes del ritual, es decir, los viejos tipógrafos, los impresores y hasta los encuadernadores aparecían a la vista de muchos como personajes sagrados, mantenedores del rito, trasmisores de la cultura y del saber y realizadores de la maravilla que es todo lo impreso y todo lo encuadernado. Han pasado más de cinco siglos y medio desde la invención de la imprenta y las viejas técnicas gráficas, los sacerdotes de la diosa tipografía y toda su parafernalia han desaparecido de la noche a la mañana como por arte de ensalmo, sin darnos cuenta y sin que sepamos qué ha sido de ellos. Sin embargo, su maravilloso producto, el impreso y el libro, siguen ahí, como si nada hubiera cambiado, como si Gutenberg no hubiera muerto, como si los santones tipógrafos aún siguieran componiendo textos, imprimiéndolos y encuadernándolos, todo ello en el más absoluto de los secretos. En realidad, lo que ha sucedido es que las técnicas se han quintaesenciado, se han perfeccionado hasta extremos que hace solo cien años nadie hubiera podido imaginar. La composición dio un paso de gigante gracias a la linotipia y la monotipia, pero también estas desaparecieron empujadas por la fotocomposición, técnica que ya anunciaba la revolución que en las artes gráficas en general, y en la tipografía en particular, iba a desarrollarse con la aplicación de la informática, no solo a la composición y compaginación (la autoedición), sino a todos los campos de las artes gráficas. Este es el origen de la nueva tipografía y de los nuevos tipógrafos, esos seres informatizados que han sustituido a los viejos tipógrafos y ahora se dedican a construir el impreso y el libro a partir de bases distintas, pero con resultados idénticos. Sin embargo, hay razones para preguntarse si los nuevos tipógrafos están a la altura de sus ilustres antecesores. Con sus herramientas maravillosas, sus todopoderosos programas informáticos, sus veloces ordenadores, ¿mantienen la calidad, la belleza, la estética y hasta la ética de la vieja tipografía? Este Diccionario de edición, tipografía y artes gráficas pretende tender un puente entre la vieja y la nueva tipografía, entre los santones tipográficos y los tipógrafos de la nueva era, de la digitalización. A ello contribuyen sus 480 páginas, 224 figuras (de las cuales 54 son ejemplos de tipos de letras), 6300 entradas (aproximadamente) y 5200 correspondencias francés/inglés-español (también aproximadamente).

