ÁNGELES BUENOS Y ÁNGELES MALOS (SEGURA, JUAN MIGUEL)

ENFERMEROS DEL SERVICIO ARAGONÉS DE SALUD. TEST ESPECÍFICO . TEST ESPECÍFICO (GOMEZ MARTINEZ, DOMINGO / VILCHES ARENAS, ANGEL / CABALLERO OLIVER, ANTONIO / PIÑA RUIZ, DOLORES / SILVA GARCIA, LUIS / BUENO MARISCAL, CLAUDIO / FERNANDEZ DE LA FUENTE, NICOLAS / RICO CORRAL, MIGUEL)

GUÍA DE LECTURAS CONTEMPORÁNEAS (PEÑA, ÁNGEL/MIGUEL, PEDRO DE)
Una selección de los 223 escritores y escritoras más significativos de los siglos XIX y XX, con sus datos biográficos y una reseña de una obra de cada uno como punto de partida para iniciarse en su lectura.LA CONVIVENCIA (MARTÍ GARCÍA, MIGUEL-ÁNGEL)

LA TOLERANCIA (MARTÍ GARCÍA, MIGUEL-ÁNGEL)

LA ADMIRACIÓN . SABER MIRAR Y SABER VIVIR (MARTÍ GARCÍA, MIGUEL-ÁNGEL)

LA ILUSIÓN . LA ALEGRÍA DE VIVIR (MARTÍ GARCÍA, MIGUEL-ÁNGEL)

ATARDECER EN EL SUR (MARTÍ GARCÍA, MIGUEL-ÁNGEL)

BEATRIZ (MARTÍ GARCÍA, MIGUEL-ÁNGEL)

ACUÉRDATE DE VIVIR . EN UN PAUSADO PRESENTE (MARTÍ GARCÍA, MIGUEL-ÁNGEL)
Memento vivere, acuérdate de vivir. ¿Pero es posible tal clase de olvido?, ¿podemos estar distraídos de la propia vida? Lo es, porque la misma evidencia de vivir dificulta una percepción viva de ella. De ahí la necesidad de no acostumbrarnos al hecho de vivir. Y la vida se nos da en el presente. Presente que, lejos de ser fugaz, hemos de conseguir el milagro de retenerlo, para hacer de él un trasunto eterno. Beatus ille, dichoso aquel que acoge benignamente y con agradecimiento en su interior el tiempo que le es ofrecido, sin hipotecar la alegría de vivir a un mañana. Aquí y ahora son los adversarios de los vencedores: acojámoslos con espíritu magnánimo, conscientes de su grandeza. Perfumemos el alma de todas aquellas resonancias -también poéticas- que sean capaces de concedernos un renovado encuentro con la vida, en el que no quepan empobrecedoras rutinas. Vivir es, efectivamente, la gran cuestión: todo lo demás es algo añadido. Los verbos hacer y tener poseen una relevancia muy secundaria cuando se comparan con la de ser: somos tiempo enamorado (de la vida). La conclusión es obvia: no pongamos el acento de la felicidad en lo que hacemos y tenemos, sino en lo que somos.