En este cuarto año el niño, que ya habrá recibido a Jesús en la Eucaristía, comienza a elaborar su primera síntesis de fe. La catequesis parroquial y familiar constituye un completo curso, sencillo y eficaz, dividido en cuadernos, especialmente diseñados para que chicos y chicas entiendan y asimilen su relación con Dios de un modo adecuado a cada edad.