En estos notables poemas, Óscar Hahn despliega una fuerza e inteligencia implacables al fundir, con su aguda inventiva, el horror y el humor. Como un consumado artífice, ha asimilado la tradición poética, pero no es un esclavo de ella. Emplea un amplio rango de técnicas, abriéndose a las diversas posibilidades del misterio, el canto y la historia. Su virtuosismo lírico pone de manifiesto lo que hay de universal en una obra que es profundamente personal.