Los relatos agrupados bajo el título Si yo fuera un hombre, componen un puñado del mejor exponente del trabajo y la idea que mantuvo la vida de Charlotte P. Gilman: preocupación por la situación de las mujeres, sus relaciones con los hombres y la necesidad de arrostrar el propio destino. Las protagonistas suelen ser mujeres que en un momento determinado optan con voluntad y decisión por imponer un cambio radical en su vida. Tomando como punto de partida estas dificultades de las mujeres para encontrar su propio espacio, todas tienen en común el ímpetu con el que resuelven sus problemas.