Doce relatos inquietantes en los que los protagonistas, desde una realidad cotidiana aparentemente normal, llegan a vivir situaciones terroríficas de las que no siempre salen vivos. Narradas en tercera persona, y utilizando el recurso de que alguien las contó porque le sucedieron, la autora nos ofrece historias muy breves que contienen gran tensión y provocan en el lector continuos escalofríos.