Una radical renovación se ha producido en las filas de la derecha española. Se trata de una nueva tendencia política que se muestra extremadamente activa tanto en la acusación a los supuestos culpables como en la presentación de soluciones a una crisis cada vez más desbocada. Al modo del Tea Party estadounidense, cuenta con políticos, medios de comunicación, lobbies, instituciones y asociaciones civiles. Se autodenominan neoliberales y neoconservadores: intentan restaurar el principio de autoridad, la nación y la religión en las relaciones políticas, al tiempo que defienden el más descarnado antiestatismo y el libre mercado en las relaciones económicas, siempre sin renunciar al conchabeo y a un descarado trato de favor hacia sus socios económicos y su clientela política.