Este libro puede leerse como una contribución a la historia cultural del exilio argentino en España y como un estudio sobre las prácticas de traducción e importación literaria en el campo editorial hispanoamericano de las últimas décadas del siglo XX. Ambas tramas confluyen en la historia que las anuda: la de los exiliados argentinos que aportaron sus saberes y su fuerza de trabajo a la industria editorial española entre 1974 y 1983.