En respuesta a una carta en la que se le pedía su opinión sobre cómo evitar la guerra, Virginia Woolf analiza en profundidad la discriminación de que es víctima la mujer, y reivindica sus derechos a recibir la misma educación que el hombre y a tener las mismas oportunidades profesionales y sociales, como base indispensable para la formación de un mundo integrado, racional y pacífico. Sólo entonces una mujer podrá contestar a una pregunta como la que se le formula. Sesenta años después de su publicación, Tres guineas no ha perdido su vigencia y es aún un documento imprescindible para entender muchos de los problemas a los que se ha enfrentado y se sigue enfrentando la mujer, un recorrido lúcido por las pasiones de una inteligencia al servicio de la igualdad y de la libertad, una radiografía implacable de una sociedad que, en muchos aspectos, sigue siendo la nuestra.