Un Papa que no muere nos describe al Wojtyla hombre y papa y nos permite descubrir el sentido profundo de su amor por Cristo y de su pasión por todo hombre y por toda mujer. En estas páginas podemos entrever su carisma, su testimonio evangélico, su impulso misionero, su humanidad, su valentía. Y reconocemos su santidad, aclamada espontáneamente por la inmensa muchedumbre que acompañó el final de Juan Pablo II y que aún hoy sigue yendo a visitarlo a su tumba, en un "diálogo" lleno de historias, lleno de misterio y de vida.