Un encantador relato de amor y esperanza que enternecerá e intrigará a los lectores a partes iguales. Para el superintendente Runcorn, compañero y amigo del inspector Monk, la Navidad tiene un aire especialmente gris. Convencido de que un cambio de aires le ayudará a olvidar a Melisande Ewart, decide desconectar de su vida londinense y pasar las fiestas en una pequeña isla galesa. Pero cualquier esperanza de pasar unas Navidades tranquilas desaparece en cuanto descubre que Melisande también está en la isla y que, además, está comprometida con otro hombre. Cuando la hija del reverendo local aparece muerta y el hermano de Melisande es señalado como sospechoso, ella acude al superintendente. Éste, determinado a ayudarla, resuelve encontrar al verdadero asesino. ¿Será posible que con este gesto desinteresado consiga ganarse el corazón de su único amor verdadero?