Para conmemorar la canonización del Papa Juan Pablo II en la fiesta de la Divina Misericordia, que él mismo instituyó en el segundo domingo de Pascua, se publica ahora uno de sus escritos, que reúne en un solo texto dos de las devociones más queridas para él: el Vía Crucis y la Divina Misericordia. Desde el comienzo de su pontificado –16 de octubre de 1978– hasta que su enfermedad se lo impidió en el 2005, Juan Pablo II presidió todos los años el rezo del Vía Crucis en el Coliseo romano en la tarde del Viernes Santo. Las meditaciones de este Vía Crucis de la Misericordia fueron redactadas por el Pontífice para el Viernes Santo del Gran Jubileo.