«La verdad nunca puede ser contraria de la verdad». Esta Vida de Jesús viene a prestar un importantísimo servicio en este sentido, dejando de lado, como no existidos, muchos acontecimientos, que hacían inaceptable para la mayor parte de los estudiosos la persona del Cristo, devolviéndola así a la realidad en momentos en que se hacen esfuerzos con marcada generalidad para relegarla a la categoría de las leyendas.