Fue en el año 2011 cuando Naciones Unidas proclamó dicho año como el Año Internacional del Voluntariado. En aquel momento esta revista publicó un monográfico bajo el título 2001 Repensar el voluntariado. Diez años más tarde, con ocasión del Año Europeo del Voluntariado? designado por la Unión Europea, la revista Documentación Social dedica este número al papel que actualmente, en un contexto de crisis económica y social, juega la participación altruista de los voluntarios dentro de las organizaciones del Tercer Sector. Resulta interesante analizar el hincapié que se ha dado, en el título de este año europeo, al fomento de una ciudadanía activa: Parece que se hace necesario, ante un clima de desafección y falta de implicación en lo público y en lo social, poner en valor lo que supone la implicación de los ciudadanos en acciones solidarias, siendo ésta una de las líneas de investigación y trabajo realizada por los articulistas en este número. Este año 2011 supone una oportunidad para que desde las organizaciones de voluntariado se subraye la relevancia de la participación de las personas voluntarias, valorando su aportación y reflexionando sobre el protagonismo que se da a los ciudadanos que se comprometen a dedicar, en muchos casos algo más que su tiempo, en los proyectos o programas de cada una de ellas. Por lo tanto, el voluntariado debería ser la muestra de una ciudadanía activa comprometida con la realidad de su entorno más próximo, pero también con una ciudadanía global. Un compromiso ciudadano respaldado en una participación que vaya más allá del acto solidario puntual, siendo, como se señala en una antigua definición de voluntariado, la tendencia a erradicar o modificar las causas que provocan su intervención.