Una broma cruel le descubre a Ricardo que la opinión que tenía de su madre no se corresponde con la de los demás. Ricardo comienza a pensar que sólo con el dinero podrá resarcir a su madre y vengarse de sus antiguos compañeros. Pronto se verá en una situación límite, en la que sólo podrá contar con la ayuda de su amigo Sela y, sobre todo, con la de su madre.