La familia Ybarra tiene dos siglos de historia. El fundador de la dinastía se instaló en Bilbao en 1801 y comenzó junto a su mujer una intensa actividad comercial que le convirtió en uno de los más ricos miembros de la burguesía vasca. Sus hijos promovieron algunas de las iniciativas empresariales más relevantes que tuvieron lugar en Bilbao, Sevilla, entre las que se cuentan los bancos de Bilbao y de Vizcaya, Orconera, Iberduero, Altos Hornos de Vizcaya, y la naviera Ybarra y Compañía. Sus nietos y bisnietos se convirtieron en condes y marqueses gracias a su riqueza y su influencia política. La Guerra Civil les pasó una trágica factura, pero recuperaron su poder económico durante el franquismo. En los últimos tiempos democráticos se han situado en la primera línea de los negocios españoles al dirigir empresas tan emblemáticas como Iberdrola, Sevillana de Electricicidad, el Banco Bilbao Vizcaya y el Grupo Correo de Comunicación, Precisamente, la salida de Emilio Ybarra Churruca de la copresidencia del BBVA, y el reciente escándalo de las cuentas ocultas, han situado a varios miembros de la sexta generación de la familia en el punto de mira de la opinión pública española.