A continuación un chiste sobre la desinhibición de los ancianos.

Aquella madre necesitaba los cuidados de personal especializado, al sufrir una grave enfermedad progresiva e incurable

Aunque en esos momentos se encontraba «bien» necesitó de unas semanas de integración en el geriátrico.

La familia fue a verla al cabo de tres meses. Querían saber si era feliz.

– Ya sabéis que me gusta mas vivir sola… pero se agradece también tener compañía… aquí he hecho ya muchas amistades… 

En esto se ladea un poco, casi perdiendo el equilibrio. Se percatan los cuidadores y tres de ellos acuden a su rescate para ponerla recta. La familia piensa: que manera de cuidarla: este si es un sitio de garantía…

– Y por la mañana me despiertaaaan, me duchaaaaan, me arreglaaaaan y me llevan al desayunar….

La mujer se vuelve a inclinar y los cuidadores llegan corriendo y la ponen recta de nuevo…

– Lo malo (dice refiriéndose a los cuidadores) es que no me dejan tirarme pedetes.