Querido hijo,

Hoy, en esta tranquila madrugada, mi mente vuela hacia los recuerdos que compartimos. Cada risa, cada abrazo y cada momento juntos están grabados en lo más profundo de mi corazón. Aunque tu ausencia física es abrumadora, tu luz brilla en cada rincón de mi ser.

Recuerdo tus sueños, tus aspiraciones y el amor que irradiabas. Fuiste mi fuente de alegría, mi razón para seguir adelante y la estrella que iluminó mis días más oscuros. Aunque ya no estés físicamente a mi lado, tu esencia perdura en mi alma.

Hoy, mientras el mundo duerme, quiero recordarte con amor y gratitud. Tu impacto en mi vida fue profundo, y siempre llevaré la dicha de haberte tenido como mi hijo. Descansa en paz, querido, y sé que nuestro reencuentro será eterno.

Con amor eterno,

[Tu Nombre]