Viajero del siglo XIX en China: en una barca iban varios remeros y un sujeto que les iba dando latigazos.

El viajero se escandalizó de que el dueño de la barca llevara a latigazos a los remeros, pero todavía se escandalizó más cuando se enteró que los dueños de la barca eran los remeros y que al otro le habían contratado entre todos para que vigilara que trabajaran todos a fondo.