El hombre bien nacido, no niega saludos ni a sus .
Las buenas maneras no deben perderse ni con las que no tenemos una buena .

Menos mantel y más comer.
Personas que extreman o cuidan en exceso la y el , y se quedan cortos en otras facetas personales.

Secretitos en , es falta de .
Hablar o , cuando hay personas delante es una falta de educación, ya sea en una reunión, en una comida o en cualquier otro lugar que haya varias personas delante.

Entre amigos y soldados, cumplimientos excusados.
Quiere señalar que cuando estamos con personas de , no tenemos por que aplicar un estricto protocolo o , sino tener un trato llano y sencillo, de confianza.

El burro delante para que no se espante.
Hace a la descortesía de nombrar a varias personas, poniéndose delante de todos ellos nuestro nombre. Siempre nos debemos nombrar en último (por ejemplo, íbamos Juan, Pedro, Alberto y yo; pero no decir, íbamos yo, Juan, Pedro y Alberto).

Quien al poderoso adula, no ensalza, sino especula.
Indica que la cortesía fingida a muchas personas de dinero, solo tienen un interés material de fondo, y no una cortesía espontánea. De parecido significado sería: «Al santo, por la peana», aludiendo a que nos interesamos por la posición o cargo de las personas y no por su persona.

Quien tiene tejado de vidrio, no tire piedras al de su vecino.

No se debe criticar nunca a nadie (es de mala educación) y aún menos cuando nosotros no somos precisamente un dechado de virtudes.

El hombre discreto, alaba en y en secreto.
Alude a la fea que se tiene en muchos casos de reprender en público delante de otras personas (cosa muy poco educada), por malos modales, falta de respeto, error cometido, etc. Se debe reservar cualquier reprimenda o amonestación para el ámbito privado.

Quien de otros habla mal, a otros de ti lo hará.
Se hace referencia a las personas que hablan mal de otras en su , aludiendo que cuando tu faltes, hará lo mismo de ti. Es de mala educación criticar a personas que no están presentes.

A necias, oídos sordos.
Se no ni atender, a personas que solo hablan de rumores, chismes y de los que hablan sin razón ni juicio.

No ofende quien quiere sino quien puede.
Ante una descalificación o cualquier otra ofensa , lo mejor es ignorarla. Sería poco educado entrar «al trapo» o en esa dinámica, que suele hacer de cebo para una acalorada discusión.

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