Querida mamá,

Hoy, a través de estas líneas, quiero expresar mi amor y agradecimiento por todo lo que hiciste por mí. Tu partida dejó un vacío en mi corazón, pero también dejó un legado de amor, fortaleza y sabiduría.

Recuerdo tus abrazos cálidos, tus palabras de aliento y tu presencia constante en mi vida. Cada recuerdo contigo es un tesoro que atesoro en lo más profundo de mi ser. Aunque ya no estés físicamente a mi lado, siento tu amor guiándome en cada paso que doy.

En esta carta de despedida, quiero agradecerte por ser mi inspiración, mi guía y mi amiga. Siempre llevaré conmigo los valores que me enseñaste y la fuerza que me proporcionaste. Aunque te extraño profundamente, sé que tu espíritu vive en mí y en todos aquellos a quienes tocaste con tu bondad.

Descansa en paz, querida mamá. Sé que estás en un lugar de serenidad y luz. Siempre te llevaré en mi corazón.

Con amor eterno,
[Tu Nombre]