Magnanimidad y Lucha ascética

La cultura que te enfrenta a los grandes desafíos y a las grandes metas no se halla en todas las latitudes ni está instalada en todas las mentes. Muchos ven una montaña y se quedan totalmente indiferentes. Hay sólo unos pocos que oyen la llamada de ese colosal obstáculo: Ven, ven… conquístame…

Sin ello jamás se entendería que unos «chiflados» inauguraran allá por los años treinta en una alejadísima ciudad de la industriosa Europa un puente con 7 carriles: se trata del Puente de la Bahía de San Francisco-Oakland, (San Francisco-Oakland Bay Bridge), que fue inaugurado y abierto al tráfico el 12 de Noviembre del año 1936 y que hoy deja a todos estupefactos por dar servicio con una visión que se anticipó casi un siglo.

No podemos contentarnos con metas pequeñitas, con rodar hacia abajo de la cama y, en pijama, echar el día horizontalmente frente  a la televisión, 
con el mando en la mano dispuesto a tragarnos todo lo que nos echen
luego girar al comedor y de ahí voltear a la cama de nuevo. 

Hemos sido creados para emprender grandes empresas: vivir es una aventura maravillosa… 
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My place is at the top

Un montañero caminaba en compañía de una familia rumbo a un refugio en alta montaña en los Alpes. El camino se hacía duro en ocasiones, el aire frío azotaba en sus caras, pero el lugar era impresionante. El refugio, sencillo y tosco, resultó muy acogedor. En una de las paredes de piedra destacaba esta leyenda grabada a fuego, sobre una tabla de madera: “Donde los demás abandonan, nosotros comenzamos”. Y sobre la chimenea una frase escrita en inglés, no menos sugerente que la anterior: My place is at the top: “Mi puesto está en la cumbre”.