Si alguno preguntara si estamos embarcados en alguna guerra, probablemente escuchara esta respuesta:

– nooooo.
Estamos tan acostumbrados al regalo de LA PAZ SOCIAL que casi suena mal decir que estamos guerreando. Las guerras europeas ahora se libran lejos del país propios; si es posible con soldados reclutados de allende los mares.
En cierta ocasión me contaba uno de los militares desplazados en una zona de conflicto esta anécdota que ilustra la importancia del ejemplo y cómo éste arrastra.
Es una pavada, pero ilustra.
Ejemplo Arrastra
En la guerra de Afganistán, el guía de una patrulla de combatientes Afganos les dice:
 
¡¡¡alto!!!
(con voz baja)
y todos sucesivamente repiten la orden en voz baja hasta el último, y este pregunta :
– ¿Por qué nos detenemos? – con voz baja y todos pasan la voz al guía.
– Hay una patrulla del ejercito enemigo.
– ¿A qué distancia está?- pregunta el último.
 A un kilómetro de distancia – responde el guía.
– Pero si está lejísimos ¿Y por qué hablamos tan bajo? – pregunta la tropa.
El guía responde –yo porque estoy con gripe, ustedes no sé.